A veces la búsqueda te pilla en un momento en el que el cansancio acucia al no recibir esas llamadas de respuesta, o cuando las recibes no cumplen tus expectativas. Otras, quieres cambiar de empleo porque cobras poco o te acusa el tedio y no eres feliz, piensas que en otro lugar lo serías… Todo pasa por lo mismo, hay que trabajar y estar en búsqueda activa de empleo no es fácil. Y más cuando en muchas ocasiones el que se produzca esa llamada depende del envío de un CV o portfolio. No es justo, pero así es. Si estás en esos comienzos o buscando nuevas oportunidades quizá te ayuden estas reflexiones. Algunas son obvias pero no por ello menos importantes…
1. Demuestra que el puesto te importa. Utiliza la empatía
A veces vamos con prisas, vemos una oferta a través de un portal de empleo y simplemente nos inscribimos. Si realmente te interesa la oferta y vas a optar a un puesto postulándote a través de una web de empleo, es importante que tengas en cuenta qué es lo que el puesto está demandando y quién es la empresa que está ofertando.
A este tipo de ofertas suelen presentarse un gran número de personas, llamados candidatos. Los grandes portales de empleo disponen de filtros con los que una empresa puede realizar cribas por edad, titulación, idiomas, geografía, etc. Si ves que la oferta incluye preguntas o pide una carta de presentación, aunque tengas ya incluida en tu perfil una carta tipo, nunca las dejes por responder añadiendo cosas como “ver en currículum” ya que por este tipo de cosas se suelen desechar historiales. Si tu currículum finalmente es seleccionado para leerlo, recuerda que será leído por una persona, una persona como tú, quizás con más experiencia pero persona al fin y al cabo. Hay que tenerlo en cuenta al comunicar. Si el puesto te interesa mucho, no está de más averiguar un e-mail y enviar el CV también a través de este.
2. Elige un tono para comunicarte… Y sé fiel al mismo
A veces llegan currículums que hablan de tú y de usted en el mismo documento, que unas veces utilizan fechas en meses y otras en años. Incluso que no utilizan de manera adecuada las negritas, subrayados, mayúsculas, etc. Son pequeños detalles, pero si estás buscando trabajo en diseño, lo dicen todo. Es importante que lo que cuentes sea coherente y tenga un mismo estilo tanto en el tono como en la estética y el contenido.
3. Cuenta algo de ti. Añade siempre una carta de presentación
A todas las empresas llegan multitud de currículums tengan abierto o no un proceso de selección. Casi todos los CV tienen la misma estructura y añadir una carta de presentación será lo que te diferenciará del resto, siempre y cuando seas capaz de redactarla con contenido de interés. No te olvides de cambiar el nombre de la empresa a la que va dirigida, cosa que por otra parte a veces no es necesario incluir… Ya estás contactando con ellos ;-)
Nos han enseñado que los currículums incluyen dos apartados donde se habla de uno mismo. El primero, sería la carta de presentación que suele comenzar con “Muy Señores nuestros…”. Y el segundo, el de intereses, en este apartado la mayoría suele incluir lectura, cine, deporte, etc. Eres una persona, se da por sentado que de vez en cuando leerás, irás al cine y te darás una caminata, pero a una empresa no le estás contando nada nuevo. Piensa realmente qué le puede interesar saber a la empresa o qué puedes contar de ti mismo y aportar al puesto, y comunícalo. Huye de lo establecido y sé lo más natural posible. No a todas las empresas le interesará tu perfil o intereses, pero seguro que si eres “auténtico” al final encontrarás alguien que lo valore.
4. CV vs portfolio, amigos inseparables
El CV es un documento en el que deben aparecer claramente tus datos de contacto, la formación que has recibido, los conocimientos con los que cuentas a nivel de idiomas, programas, etc., pero al optar a un puesto determinado siempre le podrás dar forma y adaptarlo a lo que demandan en ese puesto. Si vas a optar a un puesto de diseño no es necesario que indiques que tienes el carnet de manipulación de alimentos y si has trabajado de camarero durante seis años en varios lugares no es relevante que añadas al detalle y estrictamente los meses y años de esos trabajos, lo puedes resolver indicando que durante x años has adquirido habilidades de atención al cliente en diferentes lugares de hostelería. Se trata de seleccionar aquellas destrezas que hayas adquirido y que vayan más acorde con el puesto y mostrarlas de la manera más atractiva posible.
El portfolio es un documento que muestra visualmente los trabajos que has realizado. En un portfolio siempre intentamos incluir bonitas imágenes de los trabajos que hemos realizado o en los que hemos participado. Estos trabajos conllevan muchos procesos y es importante que indiques qué es lo que has realizado exactamente. Si muestras un libro o una web especifica qué es lo que has ejecutado: diseño, maquetación, fotografía, programación, dirección de arte, etc. Y también si lo has realizado como freelance o bien formando parte de un equipo de trabajo. Esto ayudará a que no existan dudas.
5. Facilítale la vida al lector de tu CV
Presenta un solo archivo, preferiblemente en PDF. Añade los datos de contacto en un lugar visible. Numera las páginas y añade tu nombre al pie de página de todas. Parece una chorrada, pero no lo es. Aunque existen las grapas, si tu CV- portfolio se imprime y se desplaza a una reunión, facilitará su identificación entre múltiples papeles. Utiliza formatos estándar por si tu CV-portfolio es impreso. La persona que va a leer tu currículum tiene que leer muchos y le facilitarás la vida si la información está por bloques, bien estructurada a la vez que seleccionada. Además, demostrarás ser una persona racional y organizada.
6. Revisa la ortografía con minuciosidad
Somos humanos y una tecla se nos puede confundir, pero presentar un documento con faltas de ortografía o varios errores, dice mucho de la persona que se presenta.
7. Olvídate de lo “estipulado”
Nos han enseñado que un currículum debe ser de una manera determinada y esto no tiene por qué ser siempre así. Al final un currículum debe cumplir el papel de presentar al profesional y mostrar las habilidades, capacidades y herramientas con las que cuenta para desarrollar un determinado trabajo. Es decir, las aptitudes. Debes tener en cuenta que hoy en día las aptitudes son muy importantes a la hora de decidirse por un candidato u otro con lo que todo lo que puedas añadir respecto a tus habilidades emocionales y sociales será interesante.
8. Sé humano
La naturalidad y el ser uno mismo es un bien muy apreciado en las empresas, o al menos deberías intentar trabajar en una que así lo fuese. Las máscaras y disfraces sirven de poco ya que tarde o temprano acaban por descubrirse. Sé realista con tus habilidades y muestra la realidad tal y como es. Tu nivel de inglés es el que es, pero si hay ganas todo puede aprenderse. La sinceridad y la autenticidad es un plus.
9. No te pases “diseñando”
A veces llegan currículums imposibles de leer ya que están llenos de demostraciones de talento creativo: florecillas, textos en vertical, gamas cromáticas ilegibles, titulares imposibles, etc. Está claro que el documento tiene que ser diseñado pero la mejor opción es optar por algo sencillo, perfectamente legible y claro, muy claro. El pensar que si tu currículum es vistoso hará que destaque antes que los otros, a veces es un acierto… pero en ocasiones puede tener un final indeseado.
10. La foto
Si optas por poner foto, –es aconsejable hacerlo–, no hace falta que sea con el birrete. Evita poner esa foto en una boda en la que te ves estupendamente o aquella que te hicieron aquella noche en la que además tenías un color maravilloso y has tenido que recortar a tu amiga. La mejor opción es una foto en la que mires de frente y con una sonrisa afable, una imagen que trasmita confianza.
Si estás en ello, que la pasión y la fuerza te acompañen y que encuentres ese lugar donde puedas realizarte ¡a la vez que ser feliz!
Fuente: Graffica.info
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